EUROPA
PRESS
17 mayo
2019
Superar
el estigma menstrual mejorará el bienestar de la sociedad
Investigadores han encontrado que puede
ser necesario abordar las actitudes hacia la menstruación para mejorar el
bienestar en los países de ingresos bajos y medios, mucho más que simplemente
un mejor acceso a los productos sanitarios.
Se sabe que la pobreza de la menstruación, acceso limitado a
productos sanitarios, afecta
negativamente el bienestar de las mujeres jóvenes y las niñas, lo cual afecta a
la salud física y psicológica, la inclusión social y puede provocar que las
niñas pierdan la escuela o abandonen la educación, lo que dificulta el empleo.
Es especialmente preocupante en los países de ingresos bajos
y medios, ya que crea una barrera significativa entre la igualdad de género y
la salud. Sin embargo, una nueva investigación liderada por la Universidad
Johns Hopkins, en Estados crea una barrera significativa entre la igualdad de
género y la salud. Sin embargo, una nueva investigación liderada por la Universidad
Johns Hopkins, en Estados productos sea suficiente.
La revisión sistemática, publicada en 'PLOS Medicine,'
capturó experiencias de más de 6.000 participantes de 35 países, y consideró
estudios de 45 países del África subsahariana (incluyendo Kenia y Etiopía), 21
de Asia del Sur (incluida India), 8 de Asia Oriental y Pacífico, y 5 del Medio
Oriente y África del Norte.
El estudio reveló que las intervenciones que se centran en
productos sanitarios podrían defender el estigma que rodea a la menstruación y
reforzar las expectativas de comportamiento, como la importancia de ocultar las
menstruaciones. Intervenciones como estas conllevan mayores daños si el acceso
a materiales menstruales de confianza es insostenible.
En cambio, las intervenciones futuras deberían abordar estos
precursores de las experiencias menstruales, como el conocimiento de la
menstruación, el apoyo social y otras expectativas de comportamiento
restrictivo. Esto actuaría para combatir las actitudes negativas interiorizadas
hacia la menstruación. La experiencia menstrual no es simplemente una cuestión
de prácticas de higiene. Comprende las percepciones que tienen las mujeres de
estas prácticas, su confianza para gestionarlas y participar, y experiencias de
vergüenza sobre la menstruación.
La experta G.J. Meléndez-Torres,
profesora de Epidemiología Clínica y Social de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Exeter, afirma: "El mundo se está
dando cuenta rápidamente de que la salud y la higiene menstruales son un
problema importante para la salud y los derechos humanos. Dificultades para
gestionar la menstruación, la falta de infraestructura de saneamiento de apoyo
y una educación significativa en salud reproductiva bloquean las oportunidades
de vida de las mujeres y las niñas de todo el mundo, impidiendo su educación y
sus medios de vida". Y agrega: "Nuestro estudio sugiere puntos clave
que las organizaciones que quieren mejorar la cantidad de mujeres y niñas deben
seguir adelante para asegurarse de que no están haciendo más daño que
bien".
El equipo también identificó cómo interactúan estos temas
generales para crear El equipo también identificó cómo interactúan estos temas
generales para crear un modelo integrado que mapea los impactos de la
experiencia menstrual biológica y sociocultural en la salud y el bienestar.
Este modelo está destinado a utilizarse como un marco para el desarrollo de
programas y políticas, destacando los puntos cruciales para intervenir para
mejorar la salud y el bienestar de las mujeres.